La crisis que viene no viene, ya llegó.
Liquidar o disminuir hasta donde sea posible las deudas con tarjetas de crédito, deudas hipotecarias y todas aquellas cuyos intereses vayan a verse castigados por la crisis de crédito que encarecerá las tasas de interés.
Establecer un plan de austeridad encaminado a aumentar el ahorro y aprovechar de manera más integral los recursos familiares.